El acento consiste en una mayor energía o énfasis al pronunciar alguna de las sílabas de una palabra y tiene un valor fonológico, como los fonemas. En español
suele diferenciar unos vocablos de otros. Así, se distinguen por el acento palabras,
como depósito, deposito, depositó; cante, canté; este, esté; dómine, domine o dominé.
A este acento, que poseen todas las palabras del español, se le llama acento
prosódico para distinguirlo del que, además de pronunciarse, se debe marcar ortográficamente,
acento ortográfico, puesto que de no hacerlo así se producirían
confusiones.
La sílaba en que cae el acento se llama sílaba tónica; las demás que no se acentúan
en una palabra son átonas. Las palabras se clasifican por la posición en que
se encuentra la sílaba tónica. Así llamamos agudas a aquellas cuya sílaba tónica es
la final, como papel, pisar, tapiz, pensar, decir o candil; graves o llanas a las que
tienen la sílaba tónica en penúltimo lugar, como palabra, verbo, nombre, parte o
cosa; esdrújulas a las que tienen la sílaba tónica en antepenúltimo lugar, como esdrújula, clásico o crítica; y sobreesdrújulas a las que la tienen en sílaba anterior
a la antepenúltima, como últimamente o encomiéndamela.
Se escribe el acento ortográfico cuando:
1. Se trata de palabras agudas polisilábicas terminadas en n, s o vocal, como
razón, comezón, camión, zaguán, autobús, demás, anís, cortés, adiós, veintidós,
acá, está, miré, cantaré, comí, paquistaní, durmió, murió, cebú o bambú.
2. Se trata de palabras graves o llanas que terminan en una consonante que no
es n ni s, como cárcel, ángel, mástil, tótem, álbum, almíbar, ámbar, cáncer,
prócer, superávit o tórax.
3. Se trata de cualquier palabra esdrújula o sobreesdrújula, como rápido, término,
gótico o poniéndoselo.
4. Se trata de una palabra grave terminada en s pero agrupada con otra consonante,
como bíceps o fórceps.
5. Se trata de pronombres, adjetivos y adverbios interrogativos y exclamativos,
como ¿Quién habló?, ¿Cuál de todos?, ¿Cuándo?, ¿De dónde?, ¿Cuántas veces?,
¡Cómo no me lo dijo?, ¿Qué le importa!
Acento diacrítico
Además de los casos anteriores, el acento sirve para romper la homografía de algunas
palabras que al escribirse igual y tener distinto significado o función gramatical
podrían dar lugar a confusiones, como aquel (adjetivo) y aquél (pronombre), aun
(conjunción y preposición) y aún (adverbio), de (preposición) y dé (imperativo
y presente de subjuntivo del verbo dar), el (artículo) y él (pronombre), ese (adjetivo)
y ése (pronombre), este (adjetivo) y éste (pronombre), mas (conjunción) y
más (adverbio), mi (adjetivo y sustantivo) y mí (pronombre), se (pronombre) y sé
(imperativo del verbo ser y presente de indicativo del verbo saber), si (conjunción
y sustantivo) y sí (adverbio y pronombre), solo (adjetivo) y sólo (adverbio), te (pronombre)
y té (sustantivo), tu (adjetivo) y tú (pronombre).
Acentuación de diptongos y triptongos
Los diptongos y triptongos se ajustan a las mismas reglas de acentuación ortográ-
fica explicadas arriba; por ejemplo, salió, camión, tripié y benjuí se acentúan de
acuerdo con la regla de las palabras agudas polisilábicas (1); huésped o réquiem,
de acuerdo con la regla de las palabras graves o llanas (2); murciélago, ciénaga o
jesuítico, de acuerdo con la de las esdrújulas (3).
El acento ortográfico se usa, en cambio, cuando no se trata de diptongos sino de
hiatos en la pronunciación —es decir, aparecen juntas vocales juntas pero pertenecen
a sílabas distintas— que, si no se marcaran, podrían dar lugar a confusiones
en la escritura como en los casos siguientes:
1. Cuando la agrupación de las vocales que forman hiatos coinciden con alguno
de los diptongos ascendentes (ua, ue, uo, ia, ie, io) o descendentes (au, eu,
ou, ai, ei, oi), como en púa, acentúe, dúo, venía, críe, confío, baúl, Seúl, raíz, maíz, país, reír, oír. En este caso el acento siempre se escribe sobre la vocal
más cerrada (i, u).
2. Cuando ua, ue, uo se hallan en formas conjugadas de verbos cuya terminación
en infinitivo es -uar y no va precedido por c ni g (como actuar, evaluar, exceptuar)
constituyen hiatos, como actúo, actúas, actúe; evalúo, evalúas, evalúe;
exceptúo, exceptúas, exceptúe. (Por el contrario, forman diptongo cuando
esta terminación verbal va precedida por c o g —como licuar, adecuar,
averiguar— por lo que no se acentúan, como licuo, licuas, licue; averiguo,
averiguas, averigüe; adecuo, adecuas, adecue.)
3. Cuando hay h intervocálica en los diptongos citados en (1) y se pronuncia en
dos sílabas, como prohíbo, rehíce o búho.
Acentuación de palabras compuestas
1. El primer elemento léxico de la palabra compuesta nunca se acentúa, aunque
lo requiera su forma original; en cambio, se acentúa el segundo, siempre y
cuando su forma original sea acentuada, como en decimoséptimo o cefalotó-
rax, o cuando este segundo elemento sea un monosilábico terminado en n, s
o vocal, como en ciempiés, puntapié o veintitrés.
2. Se conserva el acento de aquellos adjetivos que lo tengan en su forma original
y formen un adverbio con el sufijo -mente, como en prácticamente, teóricamente
o fácilmente.
3. Se conservan los dos acentos originales de los dos adjetivos que se unan mediante
guión en una nueva palabra, como en teórico-práctico o histórico-crítico.
4. En las palabras compuestas por verbo más pronombre no se aplica la regla general
cuando la palabra resultante es grave o llana; en esos casos el verbo conserva
su acento ortográfico original, como en cayóse, déle, salíme, pensólo, acabóse.
Acentuación de palabras de origen extranjero
En general, las palabras extranjeras o los extranjerismos se asimilan a las reglas
de acentuación del español: chofer, garage, Nápoles, París, Milán, Boston, etc. El
mismo tratamiento reciben los latinismos más usados: memorándum, currículum,
ad líbitum.
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