domingo, 22 de noviembre de 2015

SIGNOS DE PUNTUACIÓN

La coma
1. Sirve para separar elementos análogos de una serie de palabras, frases y oraciones, como por ejemplo: triste, melancólico, desesperado; Dame un poco de pan, un poco de vino, un poco de carne; Ni tú lo crees, ni yo lo creo, ni nadie lo cree.
2. Sirve para separar elementos con carácter incidental dentro de la oración: Buenos Aires, la capital, es una ciudad muy populosa; Yo, si me lo proponen, lo acepto.
3. Sirve para indicar la omisión del verbo: Juana era muy agradable; Pedro, antipático.
4. A veces se usa para separar oraciones enlazadas por la conjunción y en los casos en que pueda haber confusión o se prefiera esa formación más clara: A Pedro le gustaba el trabajo y el estudio, y el ocio lo consideraba absurdo.

El punto y coma
1. Sirve para separar oraciones o frases largas que constituyen una serie o entre cuyos sentidos hay proximidad o semejanza: Al contrario, vivo muy cerca; éste es mi distrito.
2. Cuando la coma no es suficiente para precisar el sentido y provoca confusión: La primera parte de la obra era interesante; la segunda, aburrida; la tercera, francamente insípida.

El punto y seguido
Sirve para separar oraciones que contienen pensamientos relacionados entre sí, pero no de forma inmediata. La diferencia con el punto y coma es sutilísima: “Levantarse a las seis y media. Lavarse la cara y los brazos. Irse a la iglesia sin distraer la mirada en cosa alguna.” (A. Yáñez).

El punto y aparte
Marca el final de un párrafo.

El punto final
Marca el final de un escrito.

Los dos puntos
1. Indican que tras ellos viene una enumeración de elementos incluidos en la primera frase: Cuatro nombres destacan en la novela hispanoamericana contemporánea: García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa y Fuentes.
2. Se usa cuando la primera oración tiene su consecuencia o su justificación en la segunda: No se me puede condenar por lo que he dicho: la verdad, lealmente expresada, no puede ser delito.
3. Se usa con mayor frecuencia antes de la transcripción o cita de lo dicho por otra persona: Al entrar en la casa, me dijo: “Acabo de llegar de Veracruz”.

Los puntos suspensivos 
Siempre se escriben tres puntos.
1. Sirven para marcar interrupción en lo que se expresa: Sí, lo respeto mucho, pero...
2. Pueden estar en lugar de etcétera: Los grandes grupos animales: mamíferos, aves...
3. Sirven para marcar una pausa al expresar temor, duda o algo sorprendente: No me atrevía a estrechar la mano de un... presidente; Abrí la puerta y... ¡horror!.... un espectáculo dantesco.

Los signos de interrogación y admiración
1. Se usan en las oraciones interrogativas y admirativas. Se colocan al principio y al final de la oración que deba llevarlas, aunque ésta se encuentre intercalada en el centro del periodo: “¿Oyes? Allá afuera está lloviendo. ¿No sientes el golpear de la lluvia?” (J. Rulfo); ¡Ah, qué gusto me das!
2. Ciertos enunciados son interrogativos y admirativos a la vez. En estos casos se coloca al principio el signo de interrogación y al final el de admiración —o viceversa—, según el sentido del enunciado: ¡Qué cosa es ésta?, ¿Qué clase de gente son ustedes, amigos!
3. El valor de estos signos corresponde al del punto; pero ello no excluye la posibilidad de que se empleen los otros signos. Es frecuente, por ejemplo, que vayan seguidos de una coma: ¿Quién es?, ¿cómo ha venido?

El guión menor o corto
1. Se utiliza para marcar la separación de las palabras al final del renglón e indica que la palabra continúa en el siguiente: Se desconoce el origen preciso de esta especie de fenómenos.
2. Se usa en determinadas palabras compuestas para indicar relación: teóricopráctico.
3. Se usa para marcar los prefijos o inicios de palabras, como hiper-, i-, sub-, o coloq-, presid-; y para señalar los sufijos o terminaciones de palabras: -izar, -ismo, -ero, o -uar, -s, -jer.

El guión mayor o largo
1. Separa elementos intercalados en una oración. Es un grado mayor de separación que el indicado por las comas en la oración incidental: “Nueva aurora, nueva ciudad. Ciudad sin cabos —recuerdo o presentimiento—, a la deriva sobre un río de asfalto, cercana a la catarata de su propia imagen descompuesta.” (C. Fuentes).
2. Es el signo empleado para marcar el diálogo: —Bueno, ¿vendrás esta tarde? —No lo sé.

El paréntesis
Separa igualmente los elementos incidentales que aparecen dentro de una oración: “Y te diré más: si hay politiqueros (y me avengo a que los hay), donde ahora los veo menos es en mi bando.” (M. L. Guzmán). Se usan las comas, los guiones o los paréntesis según el mayor o menor grado de relación que tenga la incidental con lo que se escribe.

Las comillas
1. Destacan una cita o una frase reproducida textualmente: Y yo le dije: “¡Caramba! ¡Estás desconocido!”.
2. Dan cierto énfasis o un sentido irónico a una palabra: La “amabilidad” con que recibió a sus competidores los hizo desconfiar.
3. Se usan al escribir una palabra nueva (neologismo) o algún vocablo poco conocido (una palabra específica de una especialidad profesional o de una época en particular): Las cabinas “presurizadas” del avión.

Los corchetes
1. Se usan para completar lo que hipotéticamente falta en una inscripción, un códice o una cita:
Deja que el hombre de jui[cio] 
En las obras que compo[ne]
Se vaya con pies de plo[mo]
Que el que saca a luz pape[les]
Para entretener donce[llas]
Escribe a tontas y a lo[cas]
 (Miguel de Cervantes) 
2. Se usan también para encerrar una frase que ya tiene un paréntesis o para evitar la repetición seguida de dos paréntesis: La antigua ciudad de Valladolid (hoy Morelia) [Mostrar mapas y fotos] fue un centro cultural importante en la época colonial.

La diéresis 
1. Sirve para darle valor fonético a la u en las sílabas gue, gui: cigüeña, lengüita.
2. También se usa, en poesía, para los efectos de deshacer un diptongo y de dar a la palabra una sílaba más:
La más bella niña
de nuestro lugar
hoy vïuda y sola
y ayer por casar…
(Luis de Góngora)

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